3 poemas de Niels Hav


Niels Hav (1949) es un poeta con dedicación y una voz Nórdica contemporánea. Su más reciente colección de poemas We Are Here ha sido publicada por la editorial Book Thug, de Toronto. Su poesía y sus relatos de ficción, han sido editados en varias revistas y antologías en inglés, árabe, español, italiano, turco, alemán y chino.
Traducción: Gloria Galindo


CUANDO QUEDE CIEGO

El amor es ciego –
y cada día cuando el ciego
pasa a topetones con su bastón,
el tráfico se detiene en menos de un segundo,
mientras divinos ángeles suben y bajan –
y el oculista cierra la clínica.
  
El amor es ciego,
pero el sexo inofensivo: Mi vista no tiene nada,
puedo ver todo.

Por eso mis poemas de amor son un fracaso.
Con los ojos cerrados susurro en el teléfono,
en la estación está el ciego
como un santo evangelista
tarareando bajo la lluvia
-paralizado de amor.

Los enamorados se besan la punta de los dedos,
lo sé.


MUÉSTRAME TUS PECHOS

Cuando tengo hambre, pienso en tus pechos,
que nunca vi,
y en tu mirada rusa al pasar,
mientras pasiva e inquieta miras por el local
como una de las melancólicas hermanas de Chéjov,
tomando té mientras hablan de
viajar a Moscú.

Oh, bailemos esta noche
en un café de Moscú.

Es tan complicada la vida.
E incluso tocas el piano y vives con vista
a un cementerio donde por las tardes
el sol invernal medita
entre las tumbas.

Oh, bailemos esta noche
en un café de Moscú.

Cuando tengo hambre, pienso en tus pechos,
tu boca rusa, la luz amarilla de tu cocina,
que tampoco vi,
y en tu pudorosa muñeca cuando cortas
el pan y comes lentamente mientras observas
el cementerio y escuchas distraída
una sinfonía desenfrenada de Rachmaninov .

Oh, bailemos esta noche
en un café de Moscú.

Mas, el que duda pierde su tiempo: ¡quiero
ver tus pechos! Chéjov bebió champán
en su lecho de muerte, y Rachmaninov murió en América:
el agujero negro nos espera a todos. Ven
como estés, ¡vamos a Moscú!
Oh, bailemos esta noche
en un café de Moscú.


AMOR

Es una gran palabra
¿O me atragantó?
¿qué es amar,
al fin y al cabo?
Muchos cambian con el tiempo
el gran amor por unos centavos.
Te amo, y desconectas el enchufe.
Te amo, y me tiras el libro
por la cabeza.
Te amo ¡Y el mundo estalla!

Nos consolamos en la ignorancia,
como los elefantes.

Sin hijos no hay felicidad,
decía Schumann. Clara le dio siete hijos
como antídoto contra la melancolía.
¡No fue suficiente!
Enloqueció, trató de suicidarse
y murió en un sanatorio.
Ella tocaba el piano, esto es

lo que llaman amor.