No. 424, La poética de la ternura

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FUNDADORES: Gonzalo Márquez Cristo y Amparo Osorio. DIRECTORA: Amparo Osorio. COMITÉ EDITORIAL: Iván Beltrán Castillo, Fabio Jurado Valencia, Carlos Fajardo. CONFABULADORES: Fernando Maldonado, Gabriel Arturo Castro, Guillermo Bustamante Zamudio, Fabio Martínez,  Javier Osuna, Sergio Gama, Mauricio Díaz. EN EL EXTERIOR: Alfredo Fressia (Brasil); Armando Rodríguez Ballesteros, Osvaldo Sauma (Costa Rica). Antonio Correa, Iván Oñate (Ecuador); Rodolfo Häsler (España); Luis Rafael Gálvez, Martha Cecilia Rivera (Estados Unidos); Jorge Torres, Jorge Nájar, Efer Arocha (Francia); Marta L. Canfield, Gabriel Impaglione (Italia); Marco Antonio Campos, José Ángel Leyva (México); Renato Sandoval (Perú); Luis Bravo (Uruguay); Luis Alejandro Contreras, Benito Mieses, Adalber Salas (Venezuela);
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Benito Mieses o la poética de la ternura



                                                                   
Acompañado de una exposición de su propia obra, se lanzó recientemente en Venezuela el poemario Destruido mas no derrotado, del Poeta y Pintor Benito Mieses, nacido en el Estado de Falcon - Venezuela (1958), quien es autor además de los poemarios: Trece (1982), Nuevas voces (1992 y Nombrarse con las cosas.


                             Nada sobrevive
al lento transcurrir del alba

La transparencia inusual del río
                                         acecha los contornos
                                         diluye las formas

Deshabita el insecto sagrado

El silencio
la mirada esquiva
traza surcos en lo hondo
                                          Socava

El temor azota las estancias

Inminente desaparición del ángel

Despejada de nuevo la bruma
El incansable rumor del día

                                                                   a Mónica del Pilar Uribe



Prosa enlutada

Amparo,  querida hermana, gris la mañana, brisa fría sobre las calles. Una terrible saudade aprieta con su garra el corazón. El día abre sus puertas al misterio y apenas unas pistas en la página. Anoche veía mensajes perdidos, llamadas sin contestar de Mañe y Hermes y yo con esta obstinación en guardar un silencio necesario para auscultar el fuego que mora en la concha del caracol. Su insistencia me conmina, llamo, contesta la voz de Hermes, quebrada por tristeza y me dice: Se nos fue Chalo. Se agolpan los recuerdos, los abrazos, los poemas, las vivencias. Caracas, Valledupar, San Diego y nuestra ancha y común patria: la poesía, el amoroso ardor de la palabra. Tristeza por las palabras que no podremos decirnos ya, pero retorno a las palabras que encarnaron con fijeza en el papel, son de alguna manera un conjuro contra esa muerte. Sembrado está a esta hora mi querido Chalo. Siembra que ya había dado frutos en los libros, las lecturas compartidas, Común Presencia y sus colecciones, proyecto que tú y él llevaron juntos, en esa aventura esencialista y ahora, Confabulación, todo para dar amparo a la poesía, el Arte y la palabra en sus diversas manifestaciones. El dolor aparece por la ausencia, anoche aprendí a ondular en el silencio mientras un gato pendulaba en la corniza y su maullido se convirtió en un rudo brotar de las palabras. Cabeceaba la luna sobre la calzada y la ventana se abrió como un ojo hacia el recuerdo y los signos rasgan la página, como una tachadura sobre el alma. Más temprano que tarde iremos recorriendo el mismo tránsito, esperando por conversaciones infinitas y la maravillosa fusión al universo. Chalo, querido hermano, dale nuestro saludo a aquellos de nosotros que partieron antes. Amparo, salúdame a la familia de Chalo, a la tuya, al viejo Soca, a Iván.  Cómplice desde aquí, seguiré teniéndolos en el altar de la memoria, soplando sobre la brasa para que el fuego no cese, conjurar los temores y apaciguar el frío que la soledad convoca. Besos, con mi amor siempre. Benito




Omaira Abadía*





*Artista bogotana nacida en 1954
Entre sus distinciones destacan:
1984 - IX Salón Atenas, Museo de Arte Moderno de Bogotá. Colombia.
l986 - Primer premio - IV Salón Colombiano de Fotografía. Medellín, Colombia.
Primer premio, Producción Escénica Colcultura, Santafé de Bogotá, Colombia
1989/90 – Video Instalación Hamlet, España


Mario Enrique Eraso Belalcázar







Han caído las hojas del día
El sol en la hoguera
Va silenciando el canto de las aves

Hacia dónde huirán esta noche
Las voces hambrientas
Los ojos ciegos

***
En sus ojos de lluvia
Se adormece la noche
Y la luna

Ojos de luna
Negra
Pubis de yerba

***

¿A quién importa
Que la luna ya no madruge a bendecirnos
Con su ceniza?

Que los adiamantados
Habitantes
Paseen

***

Mario Eraso Belalcázar nació en Pasto. Es Doctor en Literatura Hispánica por El Colegio de México. Ha publicado los poemarios: Cementerio (2005), Oro (2011) y Extravío seguido de Amanecer en Lisboa con Oliverio (2015). Con Amanecer en Lisboa con Oliverio, obtuvo en 2014 el Premio Nacional de Poesía del Festival Internacional de Poesía de Medellín. Con el poema “O lord” ganó en 2015 el Quinto Premio del Concurso Nacional de Poesía de la Casa Silva, “El Dolor y sus trampas”. Del libro premiado en Medellín, se trascribe el siguiente poema:

                                                                                                         
CARTAS DE LOS LECTORES


SOLIDARIDADDesde lejos y de afuera, un tanto anacrónico y extemporáneo como soy, lamento la partida de Gonzalo Márquez Cristo. ¡Qué lástima que no nos hubiéramos encontrado en el camino, pero ya lo haremos en el más allá, tan cercano como es! Gabriel Restrepo

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CONFABULADOS: Gracias por la publicación de los poemas de Luisa Fernanda Trujillo, un abrazo. Jaime Ruíz Montes. Gestión Cultural Espacio Compartido

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AMIGOS CONFABULADOS: Siempre es un placer acceder a su aporte, magnifico y necesario para la difusión de la literatura. Quedo agradecido por tener este oasis en medio de las labores y les pido por favor enviarme el periódico virtual al siguiente correo… Miguel Alfonso Peña


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CONFABULADOS QUERIDOS: Por su intermedio va mi gratitud al profesor Carlos Fajardo por la sentida y lúcida nota sobre el poeta Márquez Cristo. En ella vamos comprendiendo más la dimensión genial del escritor desaparecido. Humberto Siachoque Jiménez