No. 470, Adiós a Fernando de Szyszlo

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FUNDADORES: Gonzalo Márquez Cristo y Amparo Osorio. DIRECTORA: Amparo Osorio. COMITÉ EDITORIAL: Iván Beltrán Castillo, Fabio Jurado Valencia, Carlos Fajardo. CONFABULADORES: Fernando Maldonado, Gabriel Arturo Castro, Guillermo Bustamante Zamudio, Fabio Martínez,  Javier Osuna, Sergio Gama, Mauricio Díaz. EN EL EXTERIOR: Alfredo Fressia (Brasil); Armando Rodríguez Ballesteros, Osvaldo Sauma (Costa Rica). Antonio Correa, Iván Oñate (Ecuador); Rodolfo Häsler (España); Luis Rafael Gálvez, Martha Cecilia Rivera (Estados Unidos); Jorge Torres, Jorge Nájar, Efer Arocha (Francia); Marta L. Canfield, Gabriel Impaglione (Italia); Marco Antonio Campos, José Ángel Leyva (México); Renato Sandoval (Perú); Luis Bravo (Uruguay); Luis Alejandro Contreras, Benito Mieses, Adalber Salas (Venezuela);
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EL HOMICIDIO DE UN SUEÑO (FRAGMENTO)

Por: Gonzalo Márquez Cristo y Amparo Osorio

Acaba de llegarnos la noticia del sensible fallecimiento de Fernando de Szyszlo, uno de los más importantes pintores contemporáneos de Latinoamérica.
Al volver a leer la entrevista que junto con Gonzalo Márquez Cristo realizáramos para el No. 16 de nuestra revista Común Presencia, (Oct. 2004),  no deja de sorprendernos ese extraño Déjà vu que al azar nos procura la vida y cuyos orígenes siguen siendo materia de investigación por parte de los neurólogos y psicólogos, por cuanto nuestra primera visión del artista peruano fue precisamente  mientras rodaba por una escalera en la Galería Sextante de Bogotá, donde se le rendía un homenaje.
Su fallecimiento, junto con su esposa Lila Yábar, ocurrió en Lima el 9 de julio pasado a causa de un accidente doméstico, cuando la pareja rodó por las escaleras de su residencia en el exclusivo sector de San Isidro en su ciudad natal.


Fernando de Szyszlo: Entrevista

Nacido en Lima, en 1925, de padre polaco y madre peruana, este prestigioso artista, de paso por Bogotá habló de sus orígenes, de su mítica vivencia en el París de los surrealistas, de sus búsquedas estéticas y de su compromiso humano.
Szyszlo, con una vasta trayectoria artística, ha expuesto en numerosos escenarios entre los que resaltamos: Museo de Arte Moderna, Sao Paulo (1957); Museo de Arte Moderno, Bogotá (1964 y 1972); Museo de Bellas Artes, Caracas (1964); Casa de Las Américas, La Habana (1968); Center for Inter-American Relations, Nueva York (1972); Museo de Arte Moderno, México DF (1973); Museo de Arte Contemporáneo, Montevideo (1984), y Museo de Arte Contemporáneo de América Latina, Washington (1985). Participó en las bienales de Venecia (1958) y Sao Paulo (1957, 1959), siendo reconocido en estas últimas con Menciones de Honor.
El hombre rodó por las escaleras dejando caer las copas rebosantes de vino tinto. Ante el estrépito de la cristalería y los gritos de los asistentes que saltaban para ponerse a salvo del diluvio rojo, Szyszlo mantuvo absoluta serenidad y al observar el vestido manchado de la actriz Vicky Góngora que lo acompañaba comentó:
FdS: Comprendo lo que acaba de ocurrir, pues esta galería es una instalación; todos los escalones tienen diferente altura... Los anfitriones han llevado el arte a regiones inusitadas… Ahora tenemos una pelirroja al vino, y yo me quedaré sin saber cuál fue el terrible desenlace de Leonel Góngora.
Mientras la sobrina de nuestro controvertido pintor corría a lavar su ropa, le contamos a Szyszlo detalles de la muerte de Leonel ocurrida en 1999 en Estados Unidos, donde vivía desde hacía dos décadas.
FdS: Espero que su espíritu no tenga la costumbre de manifestarse en el vino como le ocurre a tanto artista –exclamó–. ¿Y cómo terminó Góngora allá? ¿Por qué nuestros creadores todavía se empeñan en exilarse…? Cuando yo salí por primera vez de mi país viajé a Francia. Era muy inocente y pretendía encontrar en Europa lo que sin saber tenía en mi interior. Conocí escritores muy importantes, aprendí demasiadas cosas, pero ninguna tan esencial como el hecho de reconocer que era latinoamericano.
Szyszlo había nacido en Lima en 1925, hijo de un científico polaco y de una peruana del litoral. Estudió en la Escuela de Artes de la Universidad Católica. En 1947 viajó a París donde trabó inmediata amistad con Octavio Paz, su generoso lazarillo cultural, quien le presentó a varios integrantes del grupo Surrealista, y a otros creadores que serían fundamentales en el encuentro de sus ojos.
Era difícil conversar esa noche entre tantas personas que codiciaban su compañía. Con celeridad acordamos la cita para el día siguiente y lo dejamos a merced de sus admiradores. Pronto lo interrogaron sobre política y lo escuchamos responder categóricamente: Colombia y Perú han perdido su esperanza histórica, y tienen una gran vocación para el suicidio político. A nuestros gobernantes siempre los elegimos con rigor: o son ignorantes o bandidos…
La mañana prometida subimos las escaleras de la galería Sextante con excesiva precaución, guiados por su director: Luis Ángel Parra. Cerramos la puerta del salón dispuesto para nuestro diálogo y Szyszlo, ubicando su silla de una forma casi escenográfica, buscó un fuerte contraluz y afirmó mientras preparábamos la cámara:
FdS: Si me hacen una fotografía en este lugar parecerá tomada por Rembrandt.
Escuchándolo recordamos que en sus inicios él se había obsesionado por el chiaroscuro y que la contrastada técnica de Tiziano y Tintoretto fue parte fundamental de su aprendizaje, aplicada muchas veces en la iluminación de sus pinturas abstractas.

HOMENAJE A LA POESÍA COLOMBIANA




El escritor huilense y docente del programa de Comunicación Social de la Universidad de Cartagena, Winston Morales Chavarro, recibirá un homenaje por parte de los organizadores de la Feria Internacional del libro de Lawrence, Massachusetts, que se llevará a cabo del 20 al 22 de octubre próximo y que este año, en su 12ª versión, rendirá un homenaje a Colombia.
El Comité, precedido por el reverendo Padre Joel Almonó, decidió dedicarle la Feria del 2017 a nuestro país, al narrador y poeta Winston Morales Chavarro y a su trabajo literario, y, como homenaje póstumo se brindará una exaltación a la memoria del escritor colombiano Jorge Isaac. 
Esta Feria Internacional del Libro en Lawrence es un evento anual que se reconoce como único en la región del Merrimack Valley de Massachusetts, pues trasciende barreras de idioma y culturas en busca de un intercambio entre hispanos/latinos y anglosajones y ha contado en sus anteriores versiones con la participación grandes escritores, poetas, artistas y visitantes de diferentes países, incluyendo República Dominicana, Puerto Rico, Francia, Israel, Guatemala, México, y algunos estados de la nación norte-americana.
Además de Morales Chavarro, asistirán los escritores colombianos Carlos Aguasaco, Profesor de Estudios Culturales Latinoamericanos y Español en el Departamento de Estudios Interdisciplinarios de la Universidad de New York; Pilar Quintana, novelista, Jorge Aristizábal, escritor, periodista, guionista y docente en las áreas de la comunicación, la lingüística y la literatura;  Diego Alejandro Jaramillo, doctor en Arte Latinoamericano de la Universidad de Harvard Cambridge, doctor en Literatura Latinoamericana de la Universidad de Massachussets y decano de la Universidad de los Hemisferios, y Sonia Quintero, fotógrafa, escritora y artista-terapeuta. Por República Dominicana asistirá el escritor Jorge Piña, por Guatemala las escritoras Carolina Sarti y Jessica Massay, y por los Estados Unidos el profesor Gene- Bill Villada, entre muchos otros poetas y narradores.
También están invitadas las artistas/pintoras colombianas Luz Piedad Curran-Gartner, Angela M. Santacruz Ordoñez, Beatriz Correa López y, localmente, el pintor colombiano Javier Osorio.


Lecturas en las Universidades de Harvard, Salem y Merrimack College.

Una vez terminada la Feria, el docente colombiano Winston Morales Chavarro participará en una lectura denominada Voces Literarias de Colombia que tendrá lugar en el Instituto Cervantes de la Universidad de Harvard el lunes 23 de octubre de 5:30 a 7: 00 de la noche, lectura y conversatorio organizados por el Consulado de Colombia en Boston, el Instituto Cervantes y la Universidad de Harvard, ubicada esta última en Cambridge, Massachusetts. Allí leerá junto a los escritores colombianos Carlos Aguasaco, Jorge Aristizábal y Diego Alejandro Jaramillo.
Posteriormente Morales Chavarro leerá y conversará el 24 de octubre con estudiantes de la Universidad Estatal de Salem, en Massachusetts, y el 25 y 26 de octubre con estudiantes y docentes del Merrimack College, universidad privada, católica, ubicada en North Andover, Massachusetts, Estados Unidos.

POEMAS DE YIRAMA CASTAÑO GÜIZA*



PARQUE NEVADO

Comienzo con la paciencia
que me concede el corazón de un pájaro

Desde ayer late en mí un escudo para el tiempo

Entonces,
la muerte es nuestro gran espejo

Acerca su manto a contraluz
y cuando llega la videncia
nos quedamos dentro

Damos pasos largos
entre cintura y espasmo

En el deslizar de la cascada
el agua corre por las venas

Abrazo de las piedras
donde no hay espacio para las fisuras del invento

El bosque es el único encanto:
sigilo y guardián de los silencios

Recogimos el temblor en nuestros cuerpos

Como talismán
tomé el cristal de las batallas
RUMOR DEL VALLE

Cuando comencé a viajar,
no pude resistir la tentación de parar
en la estación equivocada.
Pequeño pueblo de bombilla en la escalera,
habitar cualquiera de tus casas era bailar
en una ronda eterna de gaitas y tambores.
No importaba la lengua arenosa,
ni el calor colándose en la pared de la cocina.
Bastaban eso sí los olores de la tierra,
la lentitud descalza en el centro de la plaza.
Nadie tenía nombre
y sin embargo todos se llamaban.
Las mujeres pintaban sus labios
en punto de las seis
y los hombres aplastaban fichas
en medio de los gritos y la fiesta.
Pero un día llegaron los falsos monjes
a pintar con aerosoles
agujeros negros en tu cielo.
Pequeño pueblo,
ahora que vuelvo con el camino despejado,
ahora que la brújula señala el norte sin equívoco
hay algo que no entiendo,
todos callan
y una fila de cantadoras
con velas en las manos
alumbran la marcha
que aleja a los niños
de la prometida tierra.


MALABAR EN EL ABISMO


Di mi nombre una vez
llévame, breve,
entre la seda
o la espiral hirviente.

Recorre conmigo el laberinto
para no llegar
o para fugarnos en la ceguera.

Aunque el año que nos sigue
esté tan lejos.

Deja resbalar la tristeza
mientras duermo
            dócil.
Despojo anciano,
sepulcro de la culpa.

Deslízate en la cavidad de los lamentos.

Allí me encuentro.
Detenida. Pálida.
En invierno.

Toma el corcel
y busca mi disfraz.

Es preciso que te espere.
Suave, en harapos.
Al margen del poniente.

Agrega un redoble a esta noche:

La cumbre de mi sueño está nevada.
Ligera, feliz.

ANDANZAS


Ya no sobre esa mano
Ya no sobre la mano que era mía
         y abandonó de pronto el universo

Amor,
el océano está aquí
al otro lado de la habitación
en la pared que se nos viene encima
en el sudor que nos separa

Un sueño aleja por momentos
la nave que se mueve.

Oprimidos contra el miedo
                   emergentes
                                        náufragos



LA SILLA DEL PARQUE

Ocupas este espacio,
que descansa tu espalda.
Antes de ti, otros vinieron
y aunque no lo creas,
tengo memoria.
Cuando te vayas
habré guardado de ti,
la pequeña historia que relató el instante.
Sé que no te llevas nada de mí
y yo,
afortunada,
he contenido la esencia de tu espíritu.
Este parque es mío,
como yo le pertenezco,
y el tornillo que cayó
no me ha quitado la fuerza.
Tengo la suerte de habitar los cuerpos,
más no la virtud del movimiento.
Pero mi vejez es de roble
y, al final,
puedo encender la hoguera.


Balada de una noche
            que se acerca al día

He de morir de pie

            junto a mi tumba.
Con la mirada hacia la tierra
            y el largo pelo
jalando hacia arriba.
He de morir por ataque a mis extremos.
De muerte pronta,
            pero con tiempo suficiente
para repasar el tono de mis días.
He de morir alcanzada por la noche,
 susurrada apenas,
abierta al bosque,
y con esa única palabra
      pendiente
          entre los labios.

*Yirama Castaño Güiza. Nació en Socorro, Santander. Periodista y editora. Participó en la creación de la Revista y de la Fundación Común Presencia. Hace parte del Comité Asesor del Encuentro Internacional de Mujeres Poetas de Cereté, Córdoba. Sus poemas han sido traducidos y publicados en medios de Colombia y el exterior. Ha participado en los más importantes Festivales de Poesía en Colombia y  en Encuentros de escritores a nivel internacional. Libros de poesía publicados: Naufragio de luna, 1990. -Jardín de sombras, 1994. -El sueño de la  otra, 1997. -Memoria de aprendiz, 2011. -Malabar en el Abismo, Antología, 2012. -Poemas de Amor (Yirama Castaño, Josefa Parra), 2016. -Corps avant l´ oubli, Cuerpos Antes del Olvido (Yirama Castaño, Stéphane Chaumet y Aleyda Quevedo), 2016, - Antología Poética Ventre de Lumiére, Vientres de Luz, 2017

LA POESÍA COMO CONOCIMIENTO

CARLOS FAJARDO FAJARDO*

Todo pensamiento empieza con un poema”.
Alain

El poeta como un arqueólogo escarba y excava en la superficie y la profundidad de su existencia y del mundo social; un hermeneuta que hace que las cosas hablen, se vuelvan misterio, fascinación, milagro. “Todo habla” decía Novalis; todo lleva el acontecimiento poético en tanto que el poeta lo vuelve ánima, develamiento de un enigma. Como un minero, el poeta extrae de la prosa del mundo un mineral resplandeciente; de lo banal y común, de lo supuestamente insignificante, de lo más conocido y de la mudez de las cosas, extrae su maravilla o su terror, en fin, las hace presencia, temporalidad y permanencia, palabra viva. Viaja a las profundas superficies, instaurando un pathos, un ethos y un logos como unidad esencial poética.

Dicho encuentro con lo conocido y lo desconocido ubica a la poesía en la condición mítica y mágica de las múltiples realidades. Entonces, poiesis  y hermeneusis, como un corpus lingüístico creador, entran al reino del conocimiento, donde el lenguaje y las metáforas dan qué pensar, desde dónde pensar, cómo pensar. De allí la frase de Alain: “todo pensamiento empieza en un poema”; o bien, es “el lenguaje reflexionándose” de Mallarmé. Eso es. La poesía asume la palabra como galaxia fundante de una pregunta, de una interrogación, es decir, como inicio de un problema, de una creación. El poeta, entonces, se vuelve el custodio del lenguaje, sobre todo cuando el lenguaje ha entrado, en estos tiempos tecno-culturales y del mercado, a una “jerga minimalista” (George Steiner). “El aparente triunfo del liberalismo empresarial, la identificación del progreso y la excelencia humana con la acumulación material, la virtual omnipotencia de los medios de comunicación de masas, trajeron consigo una vulgarización, una mendacidad en palabras y sintaxis, un ‘influjo estadunidense’ en el discurso…”, comenta Steiner.

El impacto es soberano, sus repercusiones inmensas. Sin embargo, la poesía asume el reto del caballo de Troya y desde el fondo y adentro del monstruo aprende, estudia, deconstruye, desmonta, reinventa los actuales lenguajes, propone, crea otras presencias, asimilando los tecno-registros comunicativos globales. Sin olvidarse de ser palabra en el tiempo y del tiempo, la poesía como pensamiento y el pensamiento como poesía, es la salvaguarda de la palabra como logos y no de la mera  charlatanería. La condición del poeta consiste en sacar a la luz lo que aún no se ha manifestado, lo que por lo común no se ve ni se escucha, lo todavía no dicho. La poesía aspira e invita a mirar de nuevo, a mirar de veras, mirar y escuchar el mundo una y otra vez en su contradictoria y efímera trágica confusión.
“El verdadero poeta, nos dice T.S. Eliot, es el que hace de su lengua una gran lengua”. Se alimenta de su tradición, pero a la vez, la supera enriqueciéndose en  otras fuentes diferentes a su raíz; se renueva en profundidad constante. Poesía para alterar la vida, las palabras; poesía para sabotear las rutinarias frases de su tiempo, para ser críticos en aquellos períodos donde la pobreza imaginativa y existencial nos consume. Poesía para mantenernos creativos, atentos y vigilantes. A contracorriente, desviándose de la estéril costumbre, el poeta invita a ser otro, integrado a la aventura y subvirtiendo las normas de la lengua, poniendo en crisis la homogenización canónica del arte, la estandarización de los gustos. Destrucción-creación, tal es el sentido de esta pluralidad pulsional. En la poesía, “las palabras ya no son concebidas ilusoriamente como simples instrumentos, sino lanzadas como proyecciones, explosiones, vibraciones, maquinarias, sabores; la escritura convierte al saber en una fiesta”(Roland Barthes). En una  fiesta del acto renovador, donde resistencia y re-existencia se unen para instaurar otras formas de desear, otros lenguajes del deseo. 
“La poesía es conocimiento, escribió Octavio Paz (…), operación capaz de cambiar el mundo; la actividad poética es revolucionaria por naturaleza (…). La poesía revela este mundo, crea otro (…). El poema es el lugar del encuentro entre la poesía y el hombre. Poema es un organismo verbal que contiene, suscita o emite poesía”. 
Esta unidad entre poema y poesía es la que resalta al pensamiento como facultad reflexiva y creadora a través del sonido, el ritmo y el sentido. Allí establece su reino tutelar. Sonido y sentido, música que gravita el mundo inventando, pensando, invitando a ingresar a otro reino, a traspasar puertas a través de la palabra para llegar a esas “otras cosas”, a ese otro de allá que se encuentra en un acá enriquecido, ampliado en su horizonte. Esta inmersión en la esencia vital de las realidades es la gracia suprema de lo poético, su mayor propósito y conquista.
Esa es quizás su máxima experiencia: habitar lo otro que es también un Yo mismo. Habitarlo es fundarlo, levantarlo como presencia gracias a mi capacidad de asombro y extrañeza, que lo ha observado como por primera vez, y de la misma manera lo ha instaurado para los otros, como una experiencia de descubrimiento esencial de lo fascinante y sorprendente que habita en lo múltiple. Internarse en ese otro es conocimiento de sí y de las plurales caras de lo real; una aventura hacia el abismo y la cima; el despertar las cosas y escuchar su ritmo, su hermoso o terrorífico canto; es el nacimiento o aparición de una epifanía, de un misterio dentro de las cosas y dentro de mí, dando a luz a un mundo a través de la palabra, y eso es lo que se llama experiencia y revelación poética, poema y poesía en unidad creciente. Acceder a esa experiencia es morar en la imaginación como facultad de edificar la pluralidad del mundo, sus llenuras y vacíos, las fusiones y desgarramientos, muertes y floraciones; facultad de hacernos en lo otro, descubriéndonos en el “revés”, observando tras el espejo otras dimensiones que no habíamos previsto. El poeta escarba y extrae los minerales interiores, dando voz a lo indecible, donde poesía y pensamiento forman un solo tejido, palabra tras palabra hilada en la rueca del tiempo, fuego tras fuego, ceniza tras ceniza.

* Poeta y escritor colombiano.

DOBLE TRAVESÍA
DOBLE TRAVESÍA

En la sala Oriol Rangel del Planetario Distrial, el próximo 19 de octubre a las 4:00 p.m, será la presentación de este nuevo libro de la autora Lilia Gutiérrez Riveros




METAPHYSICA


Nacer en la extrañeza
de tocar una puerta.


Alfredo Silva Estrada

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CARTAS DE LOS LECTORES

QUERIDOS CONFABULADOS: Gracias por registrar la exposición de Fernando Maldonado, que me encantó por sus objetos lúdicos. David Arango Macías
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AMIGOS CONFABULADOS: La crónica de José Luis Díaz Granados hubiera resultado más interesante si el escritor hubiera hecho un viaje más real a la China precaria que muy pocos turistas conocen. Lástima que el bosquejo no fue más completo. Olga Lucía Meneses

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AMIGOS DE CONFABULACIÓN: Buen análisis hace Omar Ardila a la película Héroe, de ese magnífico director del cine chino Zhang Yimou, que se mueve entre las historias épicas y las historias cotidianas de la gente humilde de este país, su estilo caracterizado por una gran belleza y unos desenlaces casi siempre tristes y con largas resonancias espirituales. Gracias por el cine. Nana Rodríguez

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