Argemiro Pulido nació en Santa Cruz de Motavita - Boyacá, 1953.
Realizó sus estudios secundarios en la Escuela Normal Nacional de Tunja y
universitarios en la Universidad de La Salle y en la Santo Tomás de Bogotá. A
través de su trabajo como docente se ha dedicado a la promoción de la lectura y
la escritura con estudiantes y docentes. Fruto de esta actividad es el libro Lectura,
escritura y autonomía.
Su trabajo poético está condensado en
los libros: Desde esta esquina, Poemas de luz y sombra y En
contraespejo. Actualmente se desempeña
como docente de la SED Bogotá. Además, forma parte de la Academia Boyacense de
la Lengua.
El
poema aquí reproducido pertenece a su libro Poemas
de luz y sombra, recientemente publicado por Común Presencia Editores.
Ciudad en desencuentro
Cómo me cuesta reconocerte esta mañana
esta tarde este ritmo esta vuelta.
Cómo entras en mi estancia
opuesta desmentida
encinta de agua turbia de miradas de
aves de rapiña
y de otras que me cercan con sus
garras
en los recodos de los desencuentros.
En diagonal me invaden las casas sin
ventanas
los nudos sin corbata las esferas sin
centro
los loteros sin suerte los estruendos
sin madre
las horas de la noche masticando en la
esquina
sus lívidos destinos
y el día
el pleno día
deambulando sin frente en ciclos
amarillos
de infinitas esperas.
Imposible identificar tu verdadero
rostro
en el poliedro irregular de tus
presencias.
Qué sensuales tus formas vestidas con
el eco
de mañanas exóticas y cuentas de
modales
de oblicuas pedrerías
Tan guapa en las postales
tomadas al bolate en ángulos cerrados
Tan moral en los libros y textos
escolares.
Hábil te pavoneas en palabras azules:
bienestar paz progreso orden
siempre en promesa.
Y sin embargo el aire que respiras no
vuela
ni tus flores de plástico engendran la
alegría.
Detrás de tu sonrisa viven tantas
ausencias.
Ciudad
gris laberinto donde unos hombres
ciegos
en busca de la vida
cavan siempre a deshoras
su tumba en pleno pecho.
Ciudad
sarta de cabos.
Cómo eres en la mesa de los que te
prescriben
cómo en la banca rota de los que te
desean.
Ah ciudad
mi ciudad.
Texto de Pedro Baquero Másmela sobre Poemas de luz y sombra
El
compromiso con la palabra poética en todas sus manifestaciones, que ha
caracterizado al proyecto Editorial Común Presencia, pone en nuestras manos el
libro Poemas de luz y sombra de Argemiro
Pulido, en el que la poesía, en vínculo indisoluble con el canto, recupera
su musicalidad primigenia mientras entona, celebra, increpa, restituye la
experiencia misma de la vida, el claroscuro de la emoción humana.
El poemario de Argemiro es, en efecto, un caleidoscopio,
un recinto de múltiples espejos que nos devuelve la mirada sobre las aristas
más crudas –justamente por ser las más naturalizadas– de nuestra existencia.
Con el mismo ojo crítico con el que Orwell primero y luego el viejo Bradbury
nos advirtieron los peligros del ojo seco de la máquina que vigila y
domestica, el poeta sentencia, denuncia sin exorcismos estilísticos, sin
filosofismos artificiales, en una poesía diáfana, el abismo que crece entre el
mundo de la vida y su instrumentalización, entre la vida como experiencia y su
mecanización y vaciamiento existencial.
El lector sabrá encontrar aquí los ecos remozados de
otras voces poéticas. Seguramente el Neruda de El canto general, el
Kafka quebrado con el orden capitalista de la eficiencia y la eficacia, y el
César Vallejo de los Poemas humanos y de Trilce, tanto como las
huellas del clásico Romancero español –manifiestas en nuestra coplería
popular–, se nos revelan en este poemario con el que Pulido vuelve a
sorprendernos luego de un largo silencio. El silencio que exige y produce toda
palabra poética de largo aliento.