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FUNDADORES: Gonzalo Márquez Cristo y Amparo Osorio. DIRECTORA:
Amparo Osorio. COMITÉ EDITORIAL: Iván Beltrán Castillo, Fabio Jurado Valencia,
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EL EXTERIOR: Alfredo Fressia (Brasil); Armando Rodríguez Ballesteros,
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con el
asunto “Retiro”
LOS COLORES DEL TIEMPO LOS COLORES DE ROMA
Nuevo homenaje al maestro Ángel Loochkartt con la inauguración de
su obra gráfica Los colores del tiempo Los colores de Roma
E E CUMMINGS
You are whatever a moon has always meant
and whatever a sun will always sing.
and whatever a sun will always sing.
Eres lo que la luna siempre ha querido decir
Y lo que el sol
siempre cantará
Vertido al español por el poeta Luis Rafael Gálvez
ALEJANDRA PIZARNIK
LA ENAMORADA
esta lúgubre manía de vivir
esta recóndita humorada de vivir
te arrastra alejandra no lo niegues.
hoy te miraste en el espejo
y te fue triste estabas sola
la luz rugía el aire cantaba
pero tu amado no volvió
enviarás mensajes sonreirás
tremolarás tus manos así volverá
tu amado tan amado
oyes la demente sirena que lo robó
el barco con barbas de espuma
donde murieron las risas
recuerdas el último abrazo
oh nada de angustias
ríe en el pañuelo llora a carcajadas
pero cierra las puertas de tu rostro
para que no digan luego
que aquella mujer enamorada fuiste tú
te remuerden los días
te culpan las noches
te duele la vida tanto tanto
desesperada ¿adónde vas?
desesperada ¡nada más!
esta lúgubre manía de vivir
esta recóndita humorada de vivir
te arrastra alejandra no lo niegues.
hoy te miraste en el espejo
y te fue triste estabas sola
la luz rugía el aire cantaba
pero tu amado no volvió
enviarás mensajes sonreirás
tremolarás tus manos así volverá
tu amado tan amado
oyes la demente sirena que lo robó
el barco con barbas de espuma
donde murieron las risas
recuerdas el último abrazo
oh nada de angustias
ríe en el pañuelo llora a carcajadas
pero cierra las puertas de tu rostro
para que no digan luego
que aquella mujer enamorada fuiste tú
te remuerden los días
te culpan las noches
te duele la vida tanto tanto
desesperada ¿adónde vas?
desesperada ¡nada más!
LA JAULA
Afuera hay sol.
No es más que un sol
pero los hombres lo miran
y después cantan.
Yo no sé del sol.
Yo sé la melodía del ángel
y el sermón caliente
del último viento.
Sé gritar hasta el alba
cuando la muerte se posa desnuda
en mi sombra.
Yo lloro debajo de mi nombre.
Yo agito pañuelos en la noche y barcos sedientos de realidad
bailan conmigo.
Yo oculto clavos
para escarnecer a mis sueños enfermos.
Afuera hay sol.
Yo me visto de cenizas.
Afuera hay sol.
No es más que un sol
pero los hombres lo miran
y después cantan.
Yo no sé del sol.
Yo sé la melodía del ángel
y el sermón caliente
del último viento.
Sé gritar hasta el alba
cuando la muerte se posa desnuda
en mi sombra.
Yo lloro debajo de mi nombre.
Yo agito pañuelos en la noche y barcos sedientos de realidad
bailan conmigo.
Yo oculto clavos
para escarnecer a mis sueños enfermos.
Afuera hay sol.
Yo me visto de cenizas.
CHARLES BUKOSKY
AVISO AMISTOSO
A UN MONTÓN DE JOVENCITOS*
Ve al Tibet
cabalga un camello
lee la Biblia
tiñe tus zapatos de azul
deja crecer tu barba
da la vuelta al mundo en una canoa de papel
suscríbete al “The Saturday Evening Post”
mastica solamente con el lado izquierdo de tu boca
cásate con una mujer de una sola pierna
aféitala con una buena máquina
tatúa tu nombre en su brazo
cepilla tus dientes con gasolina
duerme todo el día y trepa árboles de noche
se un monje y bebe perdigones y cervezas
sujeta tu cabeza bajo el agua y toca el violín
haz la danza del vientre ante velas rosadas
mata a tu perro
postúlate a alcalde
vive en un barril
siembra tulipanes en la lluvia
pero no escribas poesía
SOLO, CON
TODOS*
La carne cubre el hueso
y ponen una mente
adentro
a veces un alma
y las mujeres rompen
jarrones contra las paredes
y los hombres beben
mucho
y nadie encuentra
al otro
pero se escudan
buscando
arrastrándose de cama en cama
la carne cubre
el hueso y la
carne busca
algo más que carne
No hay ninguna posibilidad
estamos todos entrampados
en un destino
singular
nadie encuentra
al otro
Los tristes barrios llenos
los basureros llenos
los manicomios llenos
los hospitales llenos
los cementerios llenos
nada más
se llena
LA TRAGEDIA DE
LAS HOJAS*
Me desperté en medio de la resaca
y los helechos estaban muertos
las plantas amarillas como maíz en sus potes
mi mujer se había ido
y las botellas vacías como cadáveres desangrados
me rodeaban con su inutilidad:
sin embargo seguía brillando el sol
y la nota de mi casera estaba arrugada en una
amarillez agradable e inofensiva;
ahora lo que necesitábamos
era un buen comediante, al viejo estilo,
un bufón con bromas sobre el dolor absurdo;
el dolor es absurdo porque existe y nada más;
me afeité cuidadosamente con una máquina vieja,
el hombre que una vez fue joven y se decía
que era un genio; pero
esa es la tragedia de las hojas,
de los helechos muertos, de las plantas muertas;
me dirigí a la oscura sala
donde estaba la casera
terminante y cargada de maldiciones
mandándome al infierno
agitando sus brazos gordos y sudorosos,
gritando
pidiendo a gritos el alquiler
porque el mundo nos había fallado a los dos
*Poemas
vertidos al español por el poeta Benito Mieses
EL ARTE EN EXPANSION
Por CARLOS FAJARDO
FAJARDO*
“Las fronteras del
‘arte’ se han expandido hasta el punto
de poder incluir casi
cualquier cosa,
lo que es lo mismo que
decir ninguna”.
Mario Perniola
El
arte se expande, se mezcla en todos los ámbitos; todo se considera
artístico: el arte de los
esquizofrénicos y los psicóticos, el esotérico y paranormal, el diseño en todas
sus formas, los exvotos religiosos, los médiums, objetos antropológicos, las
técnicas de restauración de banalidades, el llamado arte bruto; las escenas de
transgresión y violencia; las video conferencias, los syborgs, las técnicas de
la artesanía, la caligrafía, los desechos industriales, la decoración del
hogar, las antigüedades recién envejecidas, la basura reciclada…1 En fin, el arte se diluye en creaciones
que han puesto en cuestión el concepto tradicional de obra. De por sí, se ha difuminado la idea moderna
de obra de arte, expandiendo sus fronteras a diversos y disímiles campos nunca
antes contemplados como elementos artísticos.
Ya
no hay obras, sólo prácticas y acciones artísticas. Desde esta perspectiva todo
puede ser arte, todos somos artistas. Esta idea, proveniente del Dadaísmo, y
más específicamente de los Ready Made de Marcel Duchamd, proyecta una cierta
“democratización del arte” que asume a éste más como una acción y no tanto como
una obra. Arte de lo procesual en beneficio de realizar acciones, procesos y
pragmatismos temporales, instantáneos, volátiles, que se esfuman.
Por
tanto, en esta estética expandida desaparece el concepto de creador “único”, y
entran en escena “creativos” que realizan acciones y “prácticas artísticas”,
mas no “obras de arte”. El artista como chamán, mago, payé, bohemio y
romántico, con aureola, y la obra como
tótem supremo se desvanecen. ¿Estamos, quizás, llegando a considerar un “arte
sin obras”, como lo definió Jeam Galard?
O ¿Estamos en una cultura que disuelve la memoria artística, convirtiéndola en
procesos, acciones que se evaporan?
Estas
“prácticas artísticas” han ido cambiando las nociones esencialistas,
subjetivistas e identitarias estéticas. Se masifica un arte del acontecimiento,
objetos destinados a la disolución y a la desaparición. Procesos de
comunicabilidad que se manifiestan en acciones inmediatas, veloces. Todo tiene
posibilidad de ser considerado arte, basta que un crítico, una revista
especializada, un museo, una galería, la academia, los medios de comunicación,
una subasta, un marchand o curador de arte lo legitime. Así se les da peso
ontológico a las fusiones y a la dilatación de las fronteras artísticas en
todas las esferas y manifestaciones culturales.
En
palabras de Mario Perniola “el arte expandido es una gran oportunidad para
quienes quiéranlo o no, han quedado fuera del ‘mundo del arte’ institucional,
pero también supone un gran peligro porque en el crecimiento bulímico de
muestras bienales, exposiciones, libros de arte, stage, seminarios, fundaciones…acaban siendo asimilados y
confundidos precisamente con aquello que han combatido y de lo que han querido
distinguirse, pagando frecuentemente su aislamiento con pobreza, inoperancia,
depresión y enfermedad (…). Han caído las fronteras que separaban lo que estaba
legitimado como ‘arte’ de lo que no era reconocido como tal” (2016, págs. 52,
53,57).
Tanto
el arte de los marginales, de los solitarios, excluidos, rebeldes, llamado por
Dubuffe Art Brut, como el arte
contracultural y fuera de la norma; tanto el
outsider Art, como el arte convencional; tanto el arte de los diletantes y
de los delirantes, como el de los “artistas profesionales”; el arte de los
irónicos y cínicos, de los restauradores y el de los críticos, ahora
convertidos en comentaristas; tanto el business
art, el publicista y el decorador, como las acciones artísticas espontáneas
realizadas por niños, todos se concentran y se combinan, diluyen sus
distancias.
¿Qué
ha pasado con las nociones de obra, artista, autonomía y creación debido a
estas mutaciones en el corazón mismo del concepto de arte? Si se han diluido
los conceptos básicos de las magnas estéticas, ¿Se habrá desembocado a lo que
Alessandro Baricco llama “los síntomas de la barbarie”? Dichos síntomas, según
este autor, se manifiestan en el sentido de la espectacularidad “que no
requiere esfuerzo”, pues, al bárbaro “el esfuerzo le importa un comino. No
porque sea estúpido, sino porque para él, este no es un valor. O mejor dicho:
al no tratarse ya de un placer el bárbaro ha dejado de creer que el camino para
el sentido pasa por el esfuerzo (…). El bárbaro va donde encuentra la espectacularidad
porque sabe que allí disminuye el riesgo de detenerse. Porque allí disminuye el
riesgo de pensar” (2013, págs. 158,159).
Llegado
a este punto, el concepto de arte cambia de sentido y de rumbo; pasa a
constituirse en una actividad tan común y cotidiana como cualquiera, puesto que
todos podemos realizar acciones artísticas. Queda en entredicho la tan
teorizada y proclamada “función emancipadora del arte”, la “autonomía crítica
de la obra y del artista”, ahora subordinados a la institucionalidad del “mundo
del arte”, dominado, principalmente, por los curadores, los comentaristas, las
galerías, los museos, las editoriales, el mercado y los medios. La
transversalidad temática y técnica, la inter y transdisciplinariedad, la
multilocalización conceptual y pragmática, la multi e hipermediación se
manifiestan en las propuestas de una estética expandida.
Un
ejemplo de todo esto lo encontramos en la ornamentación doméstica y en la
espacialidad del hogar, donde apreciamos ciertas acciones decorativas que la
ubican en las múltiples posibilidades que ha generado esta expansión de las
prácticas artísticas. A los espacios hogareños se les da sentido y
presencialidad a través del uso de los objetos, de su distribución y de su
accionar como productos que cumplen una función específica, no solo decorativa,
sino simbólica y existencial.
De
tal manera que la casa se vuelve territorio de expresividad estética, gracias a
la multilocalización de los objetos y los gustos artísticos. Tanto su interior
como el exterior son espacios donde se expresan las sensibilidades, ideas e
imaginarios, los sentimientos personales o colectivos, la memoria, los recuerdos y mentalidades
socioculturales. Objetos de consumo comercial, junto a los que contienen una
carga sentimental fuerte: retratos de familiares muertos, la fotografía de
paseos, bodas, bautizos, primeras comuniones; altares con biblias y santos
elevados como fetiches ornamentales; jardines artificiales, reliquias y adornos
de tradición familiar y electrodomésticos como la nevera que sirven de soporte
para postales y recuerdos de viaje, recetas, domicilios, direcciones, mensajes,
fotos, regalos, etc. Por consiguiente, se pasa de lo monumental estético al
ornamento doméstico; a las estéticas del consumo, con objetos que se desechan, pero
que se perpetúan –efímeramente- gracias a su presencia temporal ante un
espectador usuario.2
Estas estéticas construyen un “sistema ornamental”
y una iconografía material, simbólica, política, imaginaria y estética. Unir la
acción artística con las acciones domésticas, nos da la idea de que en casa
todos podemos ser artistas, todos podemos ser creadores.
REFERENCIAS
Baricco,
Alessandro. (2013). Los bárbaros. Ensayo
sobre la mutación. Barcelona: Anagrama.
Perniola,
Mario (2015) El arte expandido. Buenos
Aires: Casimiro.
1 También se considera
artístico el bricolaje, la gastronomía, los libros de artista, vídeos y
fotografías de enfermos terminales, de violaciones, atentados terroristas,
torturas, asesinatos, las vitrinas comerciales, variedad de instalaciones,
artes corporales, artes del acontecimiento, arte en la red…
2 Véase en este aspecto el artículo de
Juan Diego Sanín “paisajes domésticos. Practicas decorativas y ornamentos
caseros y mortuorios” en Pluralismo artístico. Medellín: Universidad Pontificia
Bolivariana, 2009.
*Poeta y ensayista colombiano.
LOS APRENDICES
Daniel Montoya Álvarez*
Importancia
de la síntesis
Todos los escritores de mini-ficción
nos destrozábamos la cabeza en un afán irrefrenable de superar la síntesis del Dinosaurio de
Monterroso, de apenas 7 palabras y 22 sílabas. Uno de los escritores más
prometedores de la generación escribió un portentoso microrrelato de apenas
cuatro palabras, polifónico, profundo en la dimensión humana del recuerdo, y de
inmediato las antologías y las mejores revistas de este género lo incluyeron
como una piedrita de oro en sus páginas. Otro escritor, más audaz, se atrevió a
publicar un texto en el que las únicas letras que aparecían en la hoja eran las
del título. Este también alcanzó gran renombre. Sin embargo, cuando uno de los
genios de este género sacó a la luz su mayor conquista a la imaginación, el
público no soportó tanta audacia. En el lanzamiento del libro, en vez de leer
un fragmento de sus páginas, como suele hacerse siempre, el autor se quedó
callado por más de media hora. Sólo al final el público entendió que se trataba
de un libro con todas sus cien hojas en blanco, sin paginación, cuya única
palabra en el título era: Adiós. De
ahí en adelante todos los escritores de mini-cuento, siguiendo su ejemplo, nos
impusimos el silencio. En la ciudad nos conocían de sobra por nuestro voto de
mutismo sin término. Hasta que un día a alguien se le ocurrió la idea de
sintetizar el silencio.
Los
aprendices
Cansada de nuestros fracasos
escolares, la profesora decidió demostrarnos que la culpa no era suya. Llevó a
clase un león y lo hizo sentar enfrente de todos. La profesora nos explicó que
ella le había enseñado a leer y escribir. Le pasó una hoja y él, manso y
decente en sus gestos, leyó en voz alta, en perfecto español y con un tono
lírico que nos estremeció. Apenas terminó, la profesora le pasó una evaluación,
que él contestó rápidamente. Ella la calificó delante de todos y las respuestas
eran perfectas.
Yo me levanté de la silla, aplaudí y
solté un fuerte rugido de entusiasmo desde el fondo del vientre, como nos había
enseñado la profesora. El león bajó la cabeza y agachó las orejas, asustado,
como si jamás hubiera oído un sonido semejante.
* Nació en Puerto López, Meta, (1984).
Estudió Licenciatura en Lengua Castellana en la Universidad del Tolima y
actualmente cursa un máster en Neuropsicología y Educación en la Universidad de
la Rioja, España. Es profesor de tiempo completo en la Universidad de Ibagué y
pertenece a la red nacional de escritura creativa, Relata-Liberatura.
Algunos de sus trabajos han sido finalistas
en diversos con cursos nacionales e internacionales. Autor de: Ratones de fin de siglo, (minicuentos)
Universidad del Tolima 2013, y Las dos
puertas (relatos) 2016.