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FUNDADORES: Gonzalo Márquez Cristo y Amparo Osorio. DIRECTORA: Amparo Osorio. COMITÉ EDITORIAL: Iván Beltrán Castillo, Fabio Jurado Valencia, Marco Antonio Garzón, Jairo Alberto López, Carlos Fajardo. CONFABULADORES: Fernando Maldonado, Gabriel Arturo Castro, Guillermo Bustamante Zamudio, Fabio Martínez, Javier Osuna, Sergio Gama, Mauricio Díaz. EN EL EXTERIOR: Alfredo Fressia (Brasil); Armando Rodríguez Ballesteros, Osvaldo Sauma (Costa Rica). Antonio Correa, Iván Oñate (Ecuador); Rodolfo Häsler (España); Luis Rafael Gálvez, Martha Cecilia Rivera (Estados Unidos); Jorge Torres, Jorge Nájar, Efer Arocha (Francia); Marta L. Canfield, Gabriel Impaglione (Italia); Marco Antonio Campos, José Ángel Leyva (México); Renato Sandoval (Perú); Luis Bravo (Uruguay); Luis Alejandro Contreras, Benito Mieses, Adalber Salas (Venezuela);
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con el asunto “Retiro”
LOS ÁRBOLES DE JUAN PRECIADO
Fabio Jurado Valencia
PROEMIO
En 1981 coincidimos en Ciudad de México un grupo de colombianos interesados en las artes, la cultura y la tradición académica. La edad de cada uno oscilaba entre los 25 y los 30 años. Proveníamos del Valle del Cauca, de la región Caribe y de Antioquia. Algunos habíamos llegado en 1980 eludiendo las zozobras y las paranoias propiciadas por el gobierno colombiano de entonces. La UNAM y el Colegio de México, con sus bibliotecas y las programaciones polifacéticas –el ritmo itinerante de escritores e investigadores de distintos lugares del mundo- y las oportunidades de becas para cursar los posgrados nos sedujo y retuvo por varios años. La ciudad misma era la historia y con ella la poesía, la pintura y la música. Comprendíamos las complejidades políticas y culturales de México a la vez que entronizábamos con sus escritores, sus artistas e investigadores. Entonces orientamos nuestros proyectos a profundizar en las obras más emblemáticas de México.
Paralelo a los desarrollos de los proyectos de investigación fundamos el Taller Literario Porfirio Barba-Jacob. En este taller leíamos y confrontábamos los ejercicios de escritura de poesía y cuento de cada uno. En la Casa Cultural de Colombia, fundada por otro grupo de colombianos, la mayoría asilados políticos, realizábamos lecturas públicas de dichos ejercicios. Asimismo nos propusimos llevar a cabo cada año, en la UNAM, unas Jornadas de Literatura Colombiana, con el apoyo de García Márquez y Álvaro Mutis. Éramos un grupo de jóvenes afanados, hiperactivos, pues creíamos que la vida no alcanzaría para abarcar lo que pretendíamos en un país que nos ofrecía todo para vivir con intensidad el arte y la academia.
Los poemas que se recogen aquí deben mucho a las dinámicas de aquel Taller. Las voces de Adolfo Caicedo, Luz Ayder Paz, Socorro González, Ariel Castillo, Eduardo García, Plinio Garrido, Douglas Sneiden, Roberto Córdoba y Mario Rey, entre muchos otros que estuvieron de paso en el taller, han acompañado, en el trayecto de las últimas cuatro décadas, las depuraciones de lo que queda cuando volvemos a espulgar para podar la escritura guardada. El Festival de Poesía El Avispero, de Chilpancigo, Guerrero, hizo volver la mirada en 2016 sobre estos versos, y determinó su título como un homenaje a la obra de Juan Rulfo.
Un rumor parejo, sin ton ni son,
parecido al que hace el viento contra las ramas
de un árbol en la noche,
cuando no se ven ni el árbol ni las ramas,
pero se oye el murmurar…
Juan Preciado
JUAN PRECIADO
¿Llegaste, Juan?
¿Me oyes?
¿Está ahí la mesa y la jarra con agua de arrayán?
¿El candelabro, el espejo, está la camándula?
Aquí estoy, en un camino de cucañas.
Todo es rastrojo…
Yerba la capitana,
solo chamizos hay… vientos en remolino…
Mucho polvo nublando los días,
y voces, murmullos, gritos…
pero a nadie veo,
ni árboles de naranjo,
ni llanuras verdes,
ni el maíz maduro,
ni la miel derramada,
ni el “olor verde de los retoños”.
Quiero regresar,
me duele el costado,
pies hinchados,
me ahogo en el calor.
Es la canícula
y ese señor, que dices fue mi padre,
es un alma en pena
que va y viene con el viento
y nada me dice.
Me asusta sí, madre,
no tiene rostro…
EL CIELO DE LOS ÁRBOLES
El cielo es el espejo de los árboles.
Donde no hay árboles no hay cielo.
Ese azul es un vaho,
no es un cielo.
Es la nada donde no hay árboles,
como en los lugares
donde esculcan la tierra
en busca de tesoros:
solo el estertor del agua,
una humedad,
nada más,
ni tesoros
ni alma alguna, Florencio.
Las nubes son el espejo de los árboles.
Cuando no hay árboles no hay nubes.
Los árboles son el corazón de las nubes.
Si las nubes agonizan es porque no hay árboles.
No hay árboles, socavaron sus arterias.
No hay nubes, no hay agua.
LA GIMNASIA DE LOS ÁRBOLES
Ellos hacen arabescos con el tronco,
que el hombre no puede.
Los hombres son verticales,
los árboles, horizontales.
Hay elasticidad en los árboles
porque el viento y la lluvia
son sus aliados,
ayudan día a día
en esa constelación estética
de sus múltiples manos.
Los hombres, al contrario,
evitan el viento, el sol y el agua,
todo les molesta,
por eso su rigidez.
Parásitos de la tierra,
los hombres toman los frutos
y se hastían,
evitan las miradas de los árboles,
creen que todo viene de Dios.
Que Dios así lo quiere, dicen,
que todo es gracias a Dios,
y entonces nada aportan
a sus entornos.
Son también paradójicos,
se despiden con la palabra “bendiciones”.
Los árboles, seres solidarios,
hacen la gimnasia diaria
para evitar el caos;
se compadecen de las miserias,
tienen criterio,
saben que mueren para seguir viviendo.
Si no, qué sería de nosotros Damiana.
LA TARDE
A través de la ventana
un sol rojo nos mira
no es el de Santorini
ni el que acosó a Ulises
al eludir a Poseidón.
Es el sol de este llano grande,
no el que ahogó a Juan Preciado
ni el que cada día
azota la piel arrugada de los árboles.
Es el sol rojo,
premonitorio del desastre.
El Quinto Sol,
el de ahora, el del atardecer,
el de la ausencia y la humedad.
LA VIGILIA
Siete días en la vigilia,
siete jornadas con sus pruebas,
la canabis,
el peyote,
los hongos,
el mezcal con el sol
del medio día,
búsqueda del comienzo,
rayos de colores,
luminosidad,
siempre el descenso
hacia un centro,
es también el yagé.
Es la epifanía.
La iniciación del día a día
es esta manera
de saber que hay un lugar.
Al pasar el puente
y entrar en la casa de los cinco caminos
sobreviene la consagración:
el sudor de ella
es el signo de la transformación.
Es la alquimia de los cuerpos
y el renacimiento con la muerte.
Es Comala.
AURORA BOREAL
COMUNICADO DE PRENSA
Copenhague, 31.01.2019
La revista danesa de literatura Aurora Boreal, con sede en Copenhague, Dinamarca ha venido preparando desde enero 2018, un número monográfico dedicado a la literatura colombiana. Me complace mucho informar, como editor de esta revista, que dicho número ya ha sido concluido y será presentado en Bogotá, Colombia, el jueves 14 de febrero, a las 7:00 pm, en la Alonso Arte Galería(calle 85 Nº 11 – 52, interior 2). El evento se realizará simultáneamente con la inauguración de la exposición del pintor colombiano Fernando Perdomo, quien vuelve a exponer en Colombia después de varios años de ausencia de las galerías de arte colombianas. Del maestro Perdomo se seleccionaron la carátula y la contra carátula para este número especial 23/24 de la revista de literatura y se le dedica también al pintor un corto artículo con las obras que se presentarán en la muestra colombiana de febrero 14 en dicha Galería.
Éste especial de autores cuenta con un importante muestrario de 46 escritores y 32 poetas contemporáneos entre hombre y mujeres que hacen parte de las voces de la literatura colombiana actual. Para su orientación adjuntamos el índice de la revista con la lista de autores participantes. Uno de los objetivos de nuestra editorial al preparar este monográfico, está atado a la lectura e indagación de escritores para su posible traducción al danés. La editorial ha venido traduciendo escritores hispanoamericanos al danés desde 2017.Como producto de esta investigación de autores colombianos hemos traducido y tenemos en producción obras de Pilar Quintana (La perra), Piedad Bonnett (Lo que no tiene nombre), Yolanda Reyes (Qué raro que me llame Federico), Fernando Vallejo (Mi hermano el alcalde), Héctor Abad Faciolince (La Oculta y Basura), Evelio Rosero (Toño Ciruelo), Tomás González (La luz difícil), Mario Mendoza (La melancolía de los feos), Pablo Montoya (Lejos de Roma), Alejandro José López (Nadie es eterno), Ramón Cote (Feliza y el elefante) y Santiago Gamboa (Volver al oscuro valle).Tenemos otro par de autores de los cuales estamos en proceso de comprar los derechos para traducción al danés. También estaremos nuevamente en la FILBO 2019, gracias al apoyo de la Cámara Colombiana de Libro en el salón de negocios buscando nuevos autores para traducción al danés.Para nosotros sería muy importante contar con su presencia el 14 de febrero de 2019 en la Alonso Arte Galería, por lo cual le extendemos nuestra más cordial invitación.
En la eventualidad de estar interesado en obtener mayor información del evento, de nuestro proyecto editorial en Dinamarca o de la obra del artista plástico, estaremos a su disposición en Colombia a partir del 4 de febrero y nos puede ubicar en el correo electrónico info@auroraboreal.dk o en los teléfonos colombianos: +(57) 316 44 91 239 o (+57) 320 322 3535
Atentamente
Guillermo Camacho
Editor Aurora Boreal Fernando Perdomo
METAPHYSICA
ORIGEN DEL ALIENTO
Haz tuya la sombra.
Si olvidas las etrellas
estás muerto.
Luis Rafael Gálvez
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CARTAS DE LOS LECTORES
CONFABULADOS: Hermoso homenaje a nuestros cultores colombianos. Gracias por el exquisito ensayo de Gonzalo Márquez Cristo. Su legado intelectual permanecerá en muchas generaciones. David Ayala Rivera
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CONFABULADOS: Qué gran periódico! La voz de Gonzalo Márquez Cristo me emociona siempre. Un grande inolvidable. Beatríz Basile
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AMIGOS CONFABULADOS: Una gran pérdida la del amigo Ricardo Alonso. A su familia, a Diente de León y Torre Gráfica, y al mundo editorial mi sentido pésame. Pablo Jiménez
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QUERIDOS CONFABULADOS: Felicitaciones a Iván Beltrán Castillo por la breve pero bella entrevista a Fernando Gaitán. Una amistad de toda la vida. Víctor Pérez Betancur
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