CARTA A CARLOS FAJARDO. Muy acertado
tu último artículo en Confabulación sobre la generación que tu llamas
"Pulgarcita". Como veterano profesor universitario puedo
refrendar plenamente tus puntos de vista. Considero que estos jóvenes (que
potencialmente son capaces y con frecuencia, muy inteligentes) son , ante todo,
víctimas de todo un medio, empezando por la frecuente frivolidad de sus
familias. Un ejemplo: hace años que la clase de historia (como especialidad )
está suprimida en el bachillerato. La oligarquía tiene mala conciencia de los
horrores que le ha hecho al pueblo colombiano y no quiere que se estudie ese
pasado pre-histórico. De todos modos, creo que es una generación que también
tiene algunas grandes ventajas, pues al ser precozmente escéptica y de una
espontánea capacidad para gozar de la vida sin prejuicios, está de hecho,
abierta a posibles innovaciones y cambios radicales, si sabemos hacer los
análisis adecuados, puesto que la coyuntura histórica de crisis mundial del
sistema imperante , los afecta a ellos gravemente (e incluso si son de las
clases altas) debido a múltiples conflictos y frustraciones, empezando
por el trabajo profesional que intenten realizar. Sobre esto, hay mucho por
decir y sería muy adecuado que escribieras otros artículos sobre otros
aspectos de esa problemática. Eduardo Gómez
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EXCELENTE ARTÍCULO del maestro Gabriel
Arturo Castro, posibilidad de la fábula, para compartir como tallerista en creación literaria. Es
menester, prioritariamente, inculcar a los participantes que es en la lectura
donde están la fuentes de la creación. En última instancia son los libros los
verdaderos maestros para quien se deje enquijotar o aquijotar o enquijotear por
el deseo de escribir. Además, los libros no se escriben ni se leen a sí mismos,
hay que escribirlos y leerlos. Rafael Aguirre
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Aquí pendiente cada semana de los
poemas y ensayos confabulados, gracias por los tres poemas de Gustavo Quesada. Por favor le
trasmiten mi saludo. Carlos Mayo
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Hermanos,
recordándolos siempre, celebro profusamente entre caldos de ágave cocuy, la
aparición de la antología de Soca, eterno y entrañable hermano y el
agradecimiento por avivar en mí, recuerdos tan maravillosos de días vividos en
cercanía, al resguardo de la amistad y la palabra. Salud hermanos, siempre leyéndolos
y agradecido de su maravillosa labor. los amo, miles de abrazos al caballero
blanco. Benito Mieses, Venezuela
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