SEIS DE
ENERO
A
Katherin
Es
seis de enero,
No
puedo jugar.
El
cielo está azul.
Es
imposible configurar
las
cosas.
No
se puede asir la imagen
para
moverla
porque
nada hay,
solo
el azul del cielo.
Para
mover
y
fundar las formas
los
árboles se espigan,
quieren
elevarse.
Un
viento
desde
el fondo de la tierra
empuja,
empuja…
Es
lo único
que
la imaginación produce
aquí,
ahora
con
el sol abierto de enero:
los
árboles elevándose.
Son
los árboles
los
que se reflejan
en
el cielo
y
dan forma a las nubes,
entonces
los árboles
se
mueven, se elevan
y
configuran las cosas,
porque
las miro
e
integro sus partes.
Pero
es solo la ilusión.
No
hay nubes.
Solo
el cielo azul, muy azul.
Es
enero seis en Bogotá en 2015.