CRÓNICA DE UN VIAJE AL PAÍS DE LA MUERTE. Intentaré hacer un
dibujo... para poder expresar lo que he sentido al leer la “Crónica de un viaje
al país de la muerte¨ que me ha conmovido hondamente. Rafael
Dussan, pintor y dibujante
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LA POESÍA TE NECESITA. He leído la crónica de tu viaje por esa
temporada, y créeme que realmente me ha dejado perplejo y feliz porque, una vez
más, la escritura y la poesía son fundamentales para asumir nuestros
naufragios. La escritura es nuestra pulsión desde el lenguaje, contra la muerte
y desde la muerte; es una forma de detener las ausencias, los abismos, de allí
que aplauda tu hermoso, testimonial y valiente texto. Pero sobre todo, tu
ironía para encarar las dolorosas verdades del cuerpo y del espíritu, tu mueca
de humor como apuesta para burlarte de la enfermedad, pero también de la
horrenda visión de aquellos mercaderes de cadáveres que son los médicos, cajas
registradoras en este sistema de depredadores mercachifles. Es esta pulsión
crítica la que aplaudo y saludo; es en ella donde se siente y palpita tu
poética lucidez: una trashumancia que enfrenta los buitres de una realidad
dolorosa; un trasegar que se sumerge en los espacios del sueño y en las
pesadillas, para entregarnos una palabra sincera, irónica, reveladora y
pulsante, como es la gran poesía, la cual, bien lo sabes, se debe escribir como
quien muere. Esa es la poesía hermano, tu desafiante poesía. Poeta, amigo,
hermano, creo, tengo la más inmensa fe, que vas a salir de esto, no sólo porque
eres fuerte y con una fortaleza de pasión por tu trabajo, sino porque te necesitamos,
la poesía te necesita. Carlos Fajardo, poeta y
ensayista
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LÍRICA 150. Márquez Cristo convierte la crónica en ventana para
ver (nos) por dentro. Su palabra ilumina los oscuros pasajes de la parca. Agudo, conmovedor, profundamente lírico, su relato como
lo hace Saramago, es capaz de enamorar y derrotar la muerte. Pedro Baquero, escritor
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TROYA INTERIOR. Magistral la crónica y ejemplar como has
venido sorteando, en tu Odisea personal, las vicisitudes que acarrea espantar a
la muerte y "salir victorioso de tu Troya interior". Osvaldo Sauma, poeta, Costa Rica
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LA EXPERIENCIA DEL POETA. Recibe
mi solidaridad, mi afecto y mi pensamiento constante. Estoy conmovido
con tu entereza para vivir como ser humano y como Poeta, esta experiencia narrada
en “Crónica de un viaje al país de la muerte”. Tu coraje vital en
la comunicación poética que has compartido es una lección. La enfermedad
es una bajeza y la poesía en tu caso la transforma en estética para la vida, en
amor que reinventa las minucias milagrosas de las horas. Gracias por este
sentido del humor y por tu voluntad hedonista para darle la vuelta al
dolor. Aquí la primavera de Moscú te recuerda. Rubén Darío Flórez, Moscú
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LA URDIMBRE DEL AFECTO. Me impactó tanto tu relato-testimonio, que
tuve que dejar que pasara el tiempo para poder asimilarlo. Y es porque te asocio
a una gran vitalidad personal, artística y espiritual....y no me cuadraba para
nada la dramática situación que has vivido. Pero claro es esa vitalidad tuya la
que ha generado todo ese tejido de amor a tu alrededor, que te está sacando
hacia la salud. Siente un hilo más de
esa urdimbre. El mío. Rocío Cabanzo, poeta.
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DE TURISMO POR EL AVERNO. Hasta ahora me entero de tu ruta turística
por el Averno, gran abrazo con todas las chispas del cariño y los recuerdos, tu
amigo desde este sur. La próxima vez avisa para enviarte una pastusita de
azafata. Arturo Bolaños Martínez, poeta e
historiador.
POR LA LUZ. Desde este silencio, tú luz verdadera llegará sin
negociaciones. Tú esencia de poeta como icono de la poesía colombiana cruza las
fronteras en la esencia de lo que has sido. El oxígeno es universal en los
elementos del transcurso. Algo nuevo te espera. Jaime
Gómez Nieto, poeta y docente.
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EN EL CORAZÓN. Tu
crónica se instaló en el corazón de todos los lectores. Gracias por tejer con
la mejor literatura esta prueba de la vida. Gracias por tu valentía. Lilia
Gutiérrez Riveros, poeta y
gestora cultural
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