Narrador y poeta. Ha publicado los
libros La casa del frío (poemas), Alas para la noche (poemas), Fogatas
para una infancia feliz (poemas infantiles), Sueño para
olvidar (cuentos). Promotor de Lectoescritura en las aulas de Colombia. Docente de
los talleres de creación literaria en la Universidad Politécnico Colombiano
Jaime Isaza Cadavid; la Casa de la Cultura de Envigado; la Casa de la Cultura
de Itagüí. Integrante de la Casa de Poesía Porfirio Barba Jacob. Miembro del
comité de redacción de la revista literaria Árcades de San Antonio de Prado.
Miembro activo de la Red Nacional de Talleres de Escritura Creativa -Relata, a
través del taller Pluma Encendida de Envigado, del cual es el director.
TU NOMBRE
Tu
nombre
tierra de secretas, florecidas rutas,
–recuerdos de honda, lúcida nostalgia,
escondido puerto de placer donde moldeó el ser,
silbo atado a esperadas auroras–,
fundido ahora al crepitar de los altos leños de la vida
baja a torrentes meditados de tiempo
–espejos de nuestra fúlgida canción–
como urgida luz que busca aún
refugio entre dunas del día
–esos rostros deslumbrantes
que a veces cruzan
llamando.
Quedarse en ti, entre tus lianas, es furiosa lección,
viento que remonta existencia,
orilla sin sosiego
para la intacta materia de la memoria
que retorna a aguas de felicidad.
tierra de secretas, florecidas rutas,
–recuerdos de honda, lúcida nostalgia,
escondido puerto de placer donde moldeó el ser,
silbo atado a esperadas auroras–,
fundido ahora al crepitar de los altos leños de la vida
baja a torrentes meditados de tiempo
–espejos de nuestra fúlgida canción–
como urgida luz que busca aún
refugio entre dunas del día
–esos rostros deslumbrantes
que a veces cruzan
llamando.
Quedarse en ti, entre tus lianas, es furiosa lección,
viento que remonta existencia,
orilla sin sosiego
para la intacta materia de la memoria
que retorna a aguas de felicidad.
Ninguna
lástima desde tu prado
sea mancha para el ser que transita urgido
o fiebre del pasado:
no cese, ebria, sedienta, tu cópula en los labios
y la muerte no despliegue airosa su manto
sin que el crujir de tu eco
levante caos, abra toldas de afecto.
sea mancha para el ser que transita urgido
o fiebre del pasado:
no cese, ebria, sedienta, tu cópula en los labios
y la muerte no despliegue airosa su manto
sin que el crujir de tu eco
levante caos, abra toldas de afecto.
Por
tu nombre de espléndidas herencias
es confiado el fervor, el fuego que crepita,
errante afecto contra densas nieblas de porvenir.
Por tu nombre
No abrirá compuertas de suplicio el olvido.
Nada desvanecerá los sueños…
es confiado el fervor, el fuego que crepita,
errante afecto contra densas nieblas de porvenir.
Por tu nombre
No abrirá compuertas de suplicio el olvido.
Nada desvanecerá los sueños…
UN POEMA
“La Poesía, sol antiguo
de mariposas de futuro algoritmo,
de estrellas insurrectas
que apaciguan sombras
–esas que el día de súbito desata…”
de mariposas de futuro algoritmo,
de estrellas insurrectas
que apaciguan sombras
–esas que el día de súbito desata…”
Haré
un poema de la nada
a dentelladas
contra el viento de la muerte.
Nada al fuego de la vida asegura el alba
y opresas en abismos de niebla las palabras
un viento duran agenciadas por ideas doncellas.
Escribiré dunas bajo cielos de odio
desde las púas de mi corazón:
azotaré recordatorios, obituarios,
golpearé incendiado aldabas ciegas,
afilaré uñas de hierro en este tiempo amargo
para urdir con otro aire, otra voz, otros dientes
los negros cuartos de la casa del sueño
esa enferma ventana necesitada de ojos
donde medra nuestro espejo mudo.
Para el alma zombi de mis actos sin sentido
crearé guerras nefastas.
Me adensaré febril
contra las secretas, ruinosas redes de estos días
que alaban la ausencia, tu ausencia:
un grito que aún no viene
hundido en tronos de imperante dolor.
Diré rostros que existirán
tronando en pasarelas de esperada furia.
No hablaré de ti
cómodo turista entre viajantes,
lucirán desconocidas tu alma
tu endeble cifra humana,
nadie sabrá qué huérfanas orugas fuimos,
muertos un largo tiempo, casi eterno, antes.
a dentelladas
contra el viento de la muerte.
Nada al fuego de la vida asegura el alba
y opresas en abismos de niebla las palabras
un viento duran agenciadas por ideas doncellas.
Escribiré dunas bajo cielos de odio
desde las púas de mi corazón:
azotaré recordatorios, obituarios,
golpearé incendiado aldabas ciegas,
afilaré uñas de hierro en este tiempo amargo
para urdir con otro aire, otra voz, otros dientes
los negros cuartos de la casa del sueño
esa enferma ventana necesitada de ojos
donde medra nuestro espejo mudo.
Para el alma zombi de mis actos sin sentido
crearé guerras nefastas.
Me adensaré febril
contra las secretas, ruinosas redes de estos días
que alaban la ausencia, tu ausencia:
un grito que aún no viene
hundido en tronos de imperante dolor.
Diré rostros que existirán
tronando en pasarelas de esperada furia.
No hablaré de ti
cómodo turista entre viajantes,
lucirán desconocidas tu alma
tu endeble cifra humana,
nadie sabrá qué huérfanas orugas fuimos,
muertos un largo tiempo, casi eterno, antes.
…Tú
y yo tal vez un sol
cantemos
otro día, otro día,
aferrados a silabas de rabia.
Y el cielo gris, las lluvias, no arredrarán
nuestro derivar diario glorioso.
Grande esperanza es esta ahora
disparados hacia calles vírgenes, sin falta:
Para ser alguien,
para acabar con la tristeza.
otro día, otro día,
aferrados a silabas de rabia.
Y el cielo gris, las lluvias, no arredrarán
nuestro derivar diario glorioso.
Grande esperanza es esta ahora
disparados hacia calles vírgenes, sin falta:
Para ser alguien,
para acabar con la tristeza.