La seguridad social
para los artistas en Colombia, prometida por diferentes gobiernos desde la
creación del Ministerio de Cultura, ha resultado, como era de esperarse, otra
falsa promesa. Tras comprometerse, con la llamada ley “General de Cultura” de
1997, a dotar a los artistas y gestores culturales de una pensión equivalente,
al menos, a un salario mínimo mensual, se han aprobado nuevas disposiciones
derogando este derecho.
La Ley 666 de 2001 creó
la estampilla pro-cultura, que se cobra sobre contratos hechos por las
Asambleas Departamentales y Concejos Municipales. Con este nuevo impuesto que
lesiona a los trabajadores y contratistas, el Estado pretende descargar sus
responsabilidades para atender, directamente, la seguridad social de los
trabajadores del sector. La ley 133 (proyecto de ley 084 en el Senado) destina
el 10% del recaudo por dicha estampilla, a cubrir las pensiones de los
trabajadores culturales. Además de que la cuantía recaudada no lograría cubrir
sino a una mínima parte de los artistas, el máximo que ellos recibirían, en el
mejor de los casos, sería medio salario mínimo mensual. Sin embargo, por el
momento, solo podrán acceder a los llamados BEPS (Beneficios Económicos Periódicos),
con los cuales unos pocos
“privilegiados” tendrían acceso a un ingreso entre $45,000 y $75,000 mensuales.
La seguridad social, incluidas las pensiones, son un derecho de todos los
trabajadores del país, incluyendo a los del sector cultural.
Mientras tanto, el
actual gobierno impulsa su Plan Nacional de Desarrollo (PND), con el cual se
ratifican las cláusulas lesivas, contenidas en los Tratados de Libre Comercio
(TLC), para el sector cultural nacional, mientras se beneficia a las
trasnacionales de la cultura. Las empresas extranjeras reciben rebajas
fiscales, amplían su cuota de pantalla en la televisión y su participación en
las sociedades concesionarias nacionales, acrecientan su control sobre los
derechos de autor, y tienen acceso a la realización de espectáculos con menores
impuestos. Todo esto mientras los artistas y gestores culturales colombianos
vemos reducidas las ayudas estatales y cualquier subsidio para nuestra labor.
Las trabas al trabajo, al acceso de capacitación profesional, y las cargas impositivas,
se le aplican solo a los artistas colombianos.
Ante esta situación,
los trabajadores culturales se han puesto en pie de lucha. El próximo 27 de
marzo, en Armenia, se realizará un plantón contra la ley 133, promovido por la
red de teatros del Quindío. Así mismo, en Cali, diferentes colectivos marcharán
en rechazo a dicha ley, y a la difícil situación que padece el sector, debido a
la lesiva legislación cultural promovida por este y los anteriores gobiernos.
Tunja, con el apoyo de grupos teatrales, musicales y artísticos, marchará a
partir de las 8:30 am. Nariño ya ha manifestado su apoyo a dichas
movilizaciones. Numerosos grupos culturales y artísticos, así como
personalidades culturales de Bogotá, y a nivel nacional, han respaldado la
protesta.
Llamamos a la unidad
de todos los artistas y gestores, sea cual sea su especialidad y región de
residencia, en torno a la defensa de la seguridad social de los trabajadores
del arte, exigiendo el retiro de la ley 133.
Exigimos los
derechos colectivos, no solo en seguridad social, sino en formación, creación,
difusión y demás aspectos que dignifiquen el trabajo artístico en Colombia.
Rechazamos la ley de
espectáculos públicos, la ley de cine, y demás legislación lesiva que afecta al
sector cultural colombiano.
Rechazamos las
prebendas concedidas a las trasnacionales culturales consignadas en los
tratados de libre comercio y en el nuevo Plan Nacional de Desarrollo.
ENTIDADES Y PERSONALIDADES SOLIDARIAS
Confabulación
(revista cultural)
La 69
Cultural
Deslinde
en Sábado
Jueves de
Deslinde
Populus
(empresa productora de audiovisuales)
Paco
Barrero (profesor de teatro, actor y dirigente cultural)
Claudia
Arango (productora de televisión, cine y teatro)
María
José Posada (productora de TV y cine)
Mauricio
Villa (productor de TV y cine)
Rodrigo
Rodríguez (profesor de teatro, actor, y director del Teatro Ditirambo)
María
Elisa Pinzón (periodista y comunicadora social)
Jaime
Echeverri (profesor de literatura y escritor)
Diego
Parra (realizador de audiovisuales)
Viviana
Rangel (realizadora de audiovisuales)
Carmen
Escobar (gestora cultural)
Gustavo
Martínez (músico)
Diana
Moure (realizadora de audiovisuales)
Angélica
Giovanna Riaño (actriz y realizadora de teatro)
Gustavo
Quesada (profesor y poeta)
Felipe Arango
(pintor)
Gabriel
Escobar (pintor)
Gabriel
Moure (actor)
Orlando
Diago (productor de cine, tv y vidoes, actor)
Angélica
Sarmiento (profesora y actriz)
Daniela
González (Arquitecta)
Siguen
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