VIAJE AL PAÍS SIN FIN. Acabo de
terminar de leer la magnífica crónica de Gonzalo Márquez sobre el viaje a Rusia
y España. Estoy conmovido, emocionado por lo que cuenta y la manera tan precisa
y hermosa en que lo hace. Para un eslavófilo y rusófilo como yo, ese texto
resulta impactante: a través de él yo también me aproximé a la Madre Rusia, la
toqué y la saboreé. Infinitas gracias por ese obsequio, tan resplandeciente –literariamente
hablando– como inesperado. Mi cósmico y fraterno abrazo, Armando
Rojas Guardia, poeta venezolano
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DESDE MOSCÚ. Buenos
noches allá y perturbo tus espejismos poéticos de la madrugada Gonzalo, con
noticias desde el otoño ruso que está como un ángel rilkeano en todos los
parques de Moscú. Tus evocaciones de poeta no se van de la estatua donde
Brodsky reta a las nubes. Me divertí tanto leyendo tu crónica. Tus atinadas observaciones,
pensamientos, comentarios, ironías e intuiciones poéticas me mantuvieron
en vilo en la lectura. Gracias por compartir tu percepción donde reina la presencia de
Pushkin. Rubén Darío Flórez, escritor colombiano
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PARÁBOLA VIAJERA. Un aplauso por la hermosa parábola
viajera. Qué buen momento me hizo pasar ese relato lleno de poesía, de
buen humor, de inteligente memoria sobre Rusia, una región que asombra al
mundo por su belleza, la dimensión de su naturaleza armoniza con lo
monumental de las obras realizadas por el hombre. Yezid
Morales
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LA MEDIOCRIDAD PUBLICITARIA. No sé si han visto la
propaganda televisiva de Claro donde se deforma el rostro de la gente, es
horrible. O la de Old Spice que sale un hombre caminando, lo atropella una
tractocamión, luego lo ataca un cocodrilo y llega en huesos a donde una chica. ¿Son
idiotas los creativos? Amanda León
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BLOG DE CON-FABULACIÓN. ¿Cómo puedo leer los artículos
anteriores de Con-Fabulación? Alejandro
Buitrago
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PRECISIONES A LA CRÓNICA SOBRE RUSIA. Leyendo la
crónica de mi amigo, el poeta del trópico, Gonzalo Márquez Cristo, estuve a
punto de llorar tres veces pero reí a carcajadas otras tantas, hasta que mi
esposa amenazó con llamar a un psiquiatra. Es un documento sublime. Sin embargo
tengo una importante precisión, pues las mujeres rusas son bonitas en verdad, y
como dice el autor tan bien: “parecen venidas de la muerte”, sin embargo son
más hermosas las suecas, pues parece que me llevan a la muerte, como al querido
Pushkin. Propongo regresar a los duelos por mujeres, eso sí con balas de goma, y
desde ya me imagino disparando mi arma como el valiente poeta ruso. Por otra
parte cuando visite Colombia –el próximo verano–, prometo vestir una camiseta
de un grupo guerrillero. Y esto para Gonzalo: ¿Aceptarías otra copa en el
Acorazado Aurora? Thomas A. Ordelt, poeta sueco
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