De La filosofía en el tocador, publicamos el preludio, en
homenaje a ese terrorista de la literatura, el divino Marqués de Sade, quien nació en París
el 2 de junio de 1740 (hoy hace
275 años) y falleció en Val-de-Marne en 1814.
A los libertinos
La madre ordenará
esta lectura a su hija
Voluptuosos de todas las edades Y de todos los
sexos, a vosotros solos ofrezco esta obra: nutríos de sus principios, que
favorecen vuestras pasiones; esas pasiones, de las que fríos e insulsos
moralistas os hacen asustaros, no son sino los medios que la naturaleza emplea
para hacer alcanzar al hombre los designios que sobre él tiene; escuchad sólo
esas pasiones deliciosas, su órgano es el único que debe conduciros a la
felicidad
Mujeres lúbricas, que la
voluptuosa Saint-Ange sea vuestro modelo; a ejemplo suyo despreciad cuanto
contraría las leyes divinas del placer, que la encadenaron toda su vida.
Muchachas demasiado tiempo contenidas en las ataduras absurdas y peligrosas de
una virtud fantástica y de una religión repugnante, imitad a la ardiente
Eugenia; destruid, pisotead, con tanta rapidez como ella, todos los preceptos
ridículos inculcados por imbéciles padres.
Y a vosotros, amables disolutos,
vosotros que desde vuestra juventud no tenéis más freno que vuestros deseos ni
otras leyes que vuestros caprichos, que el cínico Dolmancé os sirva de ejemplo;
id tan lejos como él si como él queréis recorrer todos los caminos de flores
que la lubricidad os prepara; a enseñanza suya, convenceos de que sólo
ampliando la esfera de sus gustos y de sus fantasías y sacrificando todo a la
voluptuosidad es como el desgraciado individuo conocido bajo el nombre de
hombre y arrojado a pesar suyo sobre este triste universo, puede lograr sembrar
algunas rosas en las espinas de la vida.